Vine hasta aquí de la mano de mi buen amigo Vicente Barberá Albalat, quien me indico la senda para llegar a la felicidad que tantas veces se nos escurre de nuestra voluntad y que a duras penas logramos atrapar. Y aquí estoy con la puerta del atrevimiento abierta de par en par para aquel que condescendiente se atreva a disculpar a esta ingenua aprendiza de la palabra que con todo respeto ofrece, al menos, un latido poco ortodoxo pero honesto. Mi agradecimiento sincero al visitante
Somos seres finitos, y solo se puede desear, ser recordado como de verdad fue en vida, y solo se puede hacer a partir de las cosas que agrupadas dan el verdadero perfil y caracter de ti como ser.
ResponderEliminarYo tambien quiero ser recordado con una imagen como un colage de mis cosas, de mis frases, de mis hechos y del amor que tuve.
Bello poema, muy real, tienes buenos sentimientos y tienes las ideas claras, eso se deja ver y sentir, este poema entra en vena, breve y directo, como a mi me gusta.
Se Feliz.
Este poema,querida Concha, tiene una fuerza y una profundidad incuestionable. Precioso, me ha encantado, no puede ser más directo y real.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.